Os voy a contar una historia, que sucedió hace mucho mucho tiempo, en Groenlandia.
Un día durante una cacería de los Nanuk (un pueblo esquimal) un tigre blanco acabó con la vida de una pareja, dejando huerfanos a sus dos hijos.
La aldea entera se reunió y decidieron abandonar a los niños, ya que supondrían una carga, de la que nadie se quería hacer responsable, así que siguieron su camino dejando solos a los dos hermanitos que no tenían nada más que una piel de caribú, ya sin pelo, y una piedra.
Ya que les habían abandonado, los niños decidieron que querían cambiar de personalidad, y el niño cubriendose con la piel de caribú dijo:
- yo seré un caribú
Pero su hermana le contestó:- nooo, que entonces vendrán los cazadores y te matarán
- entonces seré un tigre blanco
- Nooo! que uno mató a nuestros padres!!!
Y así fueron probando uno a uno todos los animales sin decidirse por ninguno y encontrandole una pega a cada uno hasta que finalmente el niño cogiendo la piel y tamboreando sobre ella dijo:
- Yo seré trueno
Y la niña golpeando la piedra dijo: - Pues yo seré rayo
Y así con los truenos del niño, y las chispas que saltaban cada vez que la niña golpeaba la piedra, crearon una gran tormenta, que acabó con las vidas del pueblo que les había abandonado.
Creo que cuando lo conté no me salió del todo mal, aunque... me emocioné, jeje y noté que se me subían los colores a la cara y eso, pero bueno como ya tengo asumido que es algo que no puedo evitar... a pesar de eso, no me salió mal.
Curioso que justo me tocara leer un cuento que habla de la venganza ¿no?