3 de Abril 2005

ayer

Autobuses que se van y semáforos en rojo, sinónimos de mala suerte, sinónimos de una vida escondida tras sonrisas forzadas que desean soledad para poder relajarse, hasta convertirse en lágrimas de odio hacia esa misma soledad a la que me veo empujada, lágrimas de rabia, soledad de rabia infinita.

Y entonces me odio a mi misma para no odiar al resto, me odio para no odiarles, y por odiarles sin querer, y tengo tanto odio, que no consigo frenarlo, ni quiero esconderlo, ni puedo, me gana, me vence, y caigo rendida ante él, que se alza vencedor, dirigiendo mis sentimientos.

La solución es huir, huir de todo, sin saber de que huyo, huir de la nada, del vacío que llena un sitio, y lo hago, procurando no mirar atrás, para no arrepentirme, para no convertirme en estatua de sal.

Escrito por Palo a las 3 de Abril 2005 a las 05:19 PM
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