Si las odio, y creo que sobre todo la culpa es mía, porque pongo demasiado en todo, y me llegan a importar hasta tal punto las cosas que es muy facil decepcionarme, demasiado. Debería decirme más a menudo a mi misma: Paloma, no te ilusiones. Paloma, desconfía, no todo es tan bonito como tu lo ves... pero no, yo suelto mis alas y a volar, para eso tengo nombre de ave, y vuelo y vuelo hasta que alguien me dice, ¿pero tu eres tonta? ¿no ves que no tienes alas? y entonces caigo en picado, dejando que mis alas de ilusiones caigan junto a mí, hasta aterrizar en el suelo, haciendo un agujero y quedando por debajo de todo.
Escrito por Palo a las 11 de Mayo 2005 a las 03:13 AMHola Paloma mejor que nadie entiendo ese sentimiento me pasa igual de hecho creo que paso por una de las decepciones mas sentida que he tenido y es asi al igual que tu me ocurre por entregar todo sin medida y a beneficio de otras personas para luego se pateada como un balde que no merece nada . Sabes absolutamente de acuerdo TAMBIEN ODIO LAS DECEPCIONES.
Maira G.