Días que pasan

Necesidad

Necesito poder hablar contigo.
Necesito poder volver a contarte todo.
Necesito no tener que buscar otros hombros en los que llorar
Necesito que sonrías para poder pensar que las cosas van bien.
Necesito que tu voz resuene en mis oidos llena de consejos acertados.
Necesito que sepas (sin que yo te lo diga) que te echo de menos.
Necesito darte la mano para poder seguir por mi camino
Necesito saber que tu seguiras conmigo, que caminaremos juntos, charlando, para acortarlo.
Necesito tu tiempo, el que era también mío porque lo compartíamos, y entonces corría más deprisa que nunca, y las horas eran segundos.

Demasiadas necesidades, fáciles de resumir, con un solo TE NECESITO, ¿muy egoista?

Pero es que:
Si no es contigo no tengo ganas de hablar
Si no te lo cuento a tí, no cuento nada, y me ahogo en mis secretos.
Si no es tu hombro, no encuentro ninguno que sea cómodo.
Si no es con tu sonrisa, no se me facilitan las cosas dificiles.
Si no es tu voz, ningún consejo parece bueno, y se escapa de mi mente, aunque haga esfuerzos por retenerlo.
Si no es a tí, no tengo a quien echar de menos.
Si no es tu mano, ninguna me sujetará al caerme, y no parecerá que el camino es facil de recorrer.
Si no es contigo, no conseguiré acortar el camino, sino que quizás se alargue.
Si no es tu tiempo el que comparto, las horas serán horas, o quizás años.

¿Lo entiendes?