Si algún día tienes algo que celebrar, te pido una cosa, es muy sencilla, y creo que tampoco es tanto pedir: acuerdate de mí, y saca cinco minutos de donde sea para celebrarlo conmigo, te estaré esperando con una botella en la nevera.
Oye... que sepas que la botella estará aquí aunque no haya nada que celebrar, cuando quieras... estás oinvitado