Con lo que me costó aprender a olvidarte, y ahora vuelves, diciendo que recuerde los días en los que tus hombros estaban ahí, para que mis lágrimas los empaparan, en los que tus brazos eran la talla perfecta para rodear mi cintura, que me acuerde de la manera en que mi cabeza encajaba en tu regazo cuando nos tumbábamos a mirar las estrellas
Me preguntas si estoy segura de que te olvidé, no sé, estoy segura de que lo intenté, sí, lo intenté, pero quizás no lo conseguí, porque recuerdo el olor de tu colonia, recuerdo la suavidad de tu pelo y como tus rizos se enrollaban en mis dedos, como tus manos eran grandes, y cuando sujetaban las mías estaba más segura que en ningún otro lado...
Quizás es cierto, quizás solo quería hacerme la dura, y hacerte creer que conseguí lo que tu no habías conseguido, pero no me pidas que no olvide, no me hagas ver que no soy fuerte.